El 3 de mayo de 1941 fue llamado Miguel para vivir eternamente con Jesús en el Cielo. Desde su nueva casa cuida por las Avemarianas, por la Obra de Dios y por todos los que se encomiendan a su oración. Miguel, que muchas noches oró ante Jesús en el Sagrario, hoy ora con nosotros.
Oremos juntos diciendo:
Señor Dios nuestro, que concediste a tu siervo Miguel el don del sacerdocio y una obediencia fiel a Tu voluntad, consagrando su vida a la educación cristiana de los más necesitados de cultura y evangelización; a Ti acudimos para que, si es voluntad Tuya, sea glorificado ante la Iglesia y lo manifiestes concediéndole la gracia que deseamos alcanzar (pídase la gracia).
Te lo pedimos poiendo por intercesora a María a quien él tanto amó, y deseando que Dios ea bendito y nos bendiga. Así sea.
Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Padrenuestro, Ave María y Gloria.