Colegio "El Ave María"

El Colegio está situado en una zona suburbana de Albacete; sector dado a las condiciones de marginación. En él conviven varios colectivos culturales y étnicos con modos diferentes de vivir: gitanos, mencheros y payos. La mayoría de los niños matriculados en nuestro Colegio son de familias de origen gitano, así como familias obreras, dedicadas a la venta ambulante.

Oración del Centenario

El Colegio "El Ave María", Valencia, y la Obra del Ave María celebran su centenario. Con gran gozo nos unimos en acción de gracias al Padre de todo bien y a nuestra Madre y Maestra.

Bendito seas, Padre de bondad, porque tu presencia amorosa nos ha acompañado a lo largo de estos cien años, y tu misericordia ha guiado nuestro caminar.

Gracias por darnos en el siervo de Dios Miguel Fenollera un ejemplo que imitar y un camino de santidad, una forma de vivir la ciencia y la caridad, un corazón que nos enseñe a amar y a soñar.

Que la Virgen María nos cobije bajo su manto, y nos ayude a construir nuestra historia de compromiso y de amor. Amén.

11 de marzo

1910-2010

El misterio de la Encarnación, nuestro titular

En el misterio de la Encarnación aprendemos a acoger la imagen de Dios plasmada en las diferentes culturas, a conocerlas y amarlas con paciencia. La nueva evangelización tiene que llegar al corazón de la cultura, pues la fe que no impregnase la cultura no sería una fe plenamente recibida, ni rectamente entendida, ni vitalmente asumida. Para ello: "el Verbo de Dios se hizo Hombre para ser nuestro Maestro" (Miguel Fenollera Roca).

Las Avemarianas

A la llegada de la Comunidad Religiosa de Operarias del Divino Maestro -Avemarianas- y la fundación del Colegio de "El Ave María" -1945- se fueron asumiendo las tareas de educación y pastoral de los niños y jóvenes del Barrio Nuestra Señora de la Estrella.

El Fundador de la Obra del Ave María

Miguel Fenollera Roca nació el 7 de junio de 1880 en la calle Ruzafa, número 14, en Valencia, aunquen pronto se trasladó con su familia a la calle Bailía. La proximidad de esta casa con la plaza de toros le despertó, desde bien niño, aficiones taurinas, aunque también quiso ser constructor y delineante como su padre. Pero pronto apreció su vocación por los pobres y sintió que lo suyo no era edificar puentes, sino edificar en la mente y en el corazón de los hombres la verdad, el amor y la alegría educando a los pobres de cultura y evangelización.